Bendiciones

En estos momentos muchos están en sus trabajos, en la lucha diaria para ganarse el pan de cada día (el queso y el jamón también). Mientras tanto yo estoy en mi casita jugando con la computadora. Parece que estoy dándome vida de millonaria, pero no todo es lo que parece. Resulta que cuando ustedes estén esta noche acomodaditos en su sofá o cama para ver algo en la televisión o leer algo que les interese, ésta que está aquí va a estar trabajando hasta las diez de la noche, en el frío de la biblioteca. Agradezcan sus horas de trabajo diurno. Pero sabrán que no importa que hoy tenga que trabajar el turno nocturno le doy gracias a Dios porque en momentos difíciles en nuestro país, El me provee un empleo. En ocasiones nos enfocamos en la pequeña nube gris que cruza nuestro cielo, pero no somos capaces de admirar el grandioso sol listo para alegrar nuestro día. Demos gracias a Dios por todas las bendiciones que nos concede diariamente. Gracias Dios porque mi trabajo, sin importar que en ocasiones el horario no sea el más cómodo. Dios nos continue bendiciendo abundantemente.